lunes, 1 de abril de 2019

LEYES RETORNO Y RECURRENCIA

LEYES RETORNO Y RECURRENCIA

James Jacques Joseph Tissot Nombre: Goodbye on the Mersey año: 1881
La Ley del retorno se manifiesta en todo lo creado y para comprender este mandato divino es necesario saber, quiénes somos, de dónde venimos, cuál es el objeto de la existencia, para qué existimos, por qué existimos, etc.
Se ha afirmado que somos un trío de: Materia, energía y consciencia, en donde la materia es este cuerpo físico porque lo podemos ver, palpar y sentir. La energía se manifiesta en la chispa divina o el espíritu que cargamos dentro, pero raramente se hace presente debido a que tenemos como opuesto una energía negativa que pertenece al ego psicológico o errores y la consciencia es nuestra alma que mueve al cuerpo físico por medio de la fuerza del Ser, sin embargo, de esta alma solo poseemos un porcentaje del 3% o menos porque está aprisionada por los defectos. Esta energía es positiva cuando somos motivados por el espíritu, pero es negativa cuando es manipulada por los defectos o errores.
Incuestionablemente, si queremos nosotros saber algo sobre el destino que nos aguarda, sobre lo que es la vida en sí, se hace indispensable, primero que todo, saber qué es lo que somos.
Cuando el alma abandona el cuerpo material, éste queda muerto, ya no sirve para nada, el propósito de la vida para los devotos o místicos puede ser la búsqueda de la verdad, la iluminación interior, el desarrollo de poderes o facultades, la felicidad, etc., y en realidad todos queremos encontrar estas virtudes, cualidades o atributos, pero lamentablemente fundamentadas en el yo psicológico, por ejemplo: el deseo, la avaricia, el orgullo, creemos que el dinero o el tener poder nos va a dar la anhelada paz, armonía, comodidad, salud o bienestar.
La naturaleza, en base a la ley del retorno nos dará otro vehículo físico, (si aún tenemos esa oportunidad) y de acuerdo al veredicto de la ley del karma, según nuestro comportamiento en anteriores existencias, así el alma retorna a un nuevo vehículo físico, pero el ego no perece con la muerte del cuerpo, éste continúa en nuestros descendientes.
El ego tiene su fundamento en el deseo, por ejemplo, la ira es deseo frustrado y se transforma en serenidad, paciencia, tolerancia; la codicia es deseo de acumulación y se convierte en altruismo; la lujuria es deseo sexual y se transmuta en el fuego de Kundalini con el que decapitamos al YO y fabricamos los vehículos superiores del Ser.
El yo nació con el deseo en el amanecer de la vida y se complicó y robusteció con las experiencias de las innumerables existencias. El retornar es resultado del deseo.
La Ley del Retorno y Recurrencia se combinan armoniosamente, de modo que si por ley de retorno todas las cosas vuelven a su punto de partida original, por Ley de Recurrencia, se repiten incesantemente. Si todo regresa, el ego también vuelve a repetir los mismos dramas y comedias de existencias anteriores y con la recurrencia todo acontece una y otra vez, ya en espiras más altas o más bajas.
Cada existencia es una repetición de las anteriores, el pasado se vuelve presente y el presente será el futuro, a lo que hay que agregar la espiral de la vida, en donde entran los errores y aciertos, las consecuencias positivas o negativas, por ejemplo si herimos a alguien, abandonamos a nuestra pareja, si descuidamos a los hijos, ahora nos hieren, somos abandonados, sufrimos miseria, enfermedades, robos, guerras; vida tras vida por experiencia vamos comprendiendo que no es correcto matar, robar, mentir, codiciar, lo que sembremos en la presente existencia, lo cosecharemos en la futura.
Debemos comprender que más allá de esta vida de retornos y recurrencias que nos llevan al sufrimiento moral, físico, económico, social, etc., existe prisionera dentro del ego, la conciencia, la esencia que hay que liberar, solamente la conciencia libre nos puede transformar en luchadores y guerreros que anhelamos la felicidad, la paz y la libertad para sí mismos y los demás y mejor aún, transformarnos en un ser autorrealizado.
Estamos viviendo el fin de nuestra quinta raza con terribles catástrofes de todo tipo: social, económica, crisis de valores, desastres naturales, porque somos muy egoístas y crueles con todo lo que nos rodea, sin comprender que los mismos seres que la habitamos provocamos su destrucción. Cada una de las razas anteriores que han existido terminaron con grandes cataclismos y nuestra actual raza no puede ser la excepción y también así acabará.
En la edad de oro de la futura sexta raza, por ley de Recurrencia surgirán en una escala más elevada, las poderosas civilizaciones que florecieron en la India, China, Egipto, Mesoamérica, etc., se reencarnarán los millones de almas de los dioses de antaño, volverán con el propósito de revivir los grandes misterios de las que fueron grandes civilizaciones. Lo que hoy estamos viviendo sucederá en la futura raza con la ventaja de ser más espiritual por estar colocada en una espiral más superior, debido a que será poblada por gente selecta.
Cabe reflexionar en lo que son éstas leyes recurrentes que se combinan con la ley del karma. ¿Qué recurrencias debemos comprender y eliminar? Las que nos apartan de nuestro Ser, (la verdad, la sabiduría, el amor) que pueden ser: los apegos, miedo, los pleitos, la codicia, la violencia y muchas otras. Todos los eventos propios de las existencias repetidas, van acompañadas siempre de las buenas o malas consecuencias de acuerdo a la Ley de Causa y Efecto, por ello cuentan las buenas obras realizadas en forma sincera y consciente.
Para adquirir una disciplina en el trabajo interior es necesario el discernimiento entre lo correcto y lo incorrecto. ¿Es correcto vender o consumir droga, robar, matar, ser corrupto, mentir, adulterar…?), en nuestro trabajo esotérico gnóstico, debemos conseguir una paciencia y voluntad firme, cultivar una actitud mental serena y equilibrada, así como el anhelo sincero de lograr una transformación radical.
Si nos conducimos con un recto pensar, sentir y actuar, lo mismo atraeremos, porque lo semejante atrae lo semejante.
Enviado por: Instructora: María Guadalupe Licea Rivera. San Luis Potosí, S.L.P.
Imagen: James Jacques Joseph Tissot Nombre: Goodbye on the Mersey año: 1881
“Un hombre es lo que es su vida, si un hombre no modifica nada dentro de sí mismo, si no transforma radicalmente su vida, si no trabaja sobre sí mismo, está perdiendo su tiempo miserablemente.” Samael Aun Weor. Psicología Revolucionaria.

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