miércoles, 9 de noviembre de 2022
¿Cómo cumplimos el pacto adquirido en el bautismo?
¿Cómo cumplimos el pacto adquirido en el bautismo?
Respuesta del maestro Samael Aun Weor.
Vamos a estudiar el Primer Círculo Dantesco de los Mundos Infiernos.
Es indubitable que esta Primera Región Sumergida, corresponde al "LIMBUS", el "Orco" de los clásicos citado por Virgilio, el poeta de Mantua.
Se nos ha dicho, con entera claridad meridiana, que tal zona mineral se halla vivamente representada por todas las CAVERNAS DEL MUNDO, que unidas astralmente devienen complementando la Primera Región Sumergida.
Dice el Dante, el viejo Florentino, que en tal región "encontró a todos aquellos INOCENTES QUE MURIERON SIN HABER RECIBIDO LAS AGUAS DEL BAUTISMO". (Debe entenderse todo esto en forma estrictamente simbólica).
Si nosotros estudiamos cuidadosamente el "Ramayana", el libro sagrado de los Indostaníes, con asombro místico podemos evidenciar el hecho contundente y definitivo, de que el Sacramento del Bautismo, es muy anterior a la Era Cristiana.
En el "Ramayana" podemos verificar el insólito caso de Rama, quien ciertamente fuera bautizado por su Gurú.
Incuestionablemente, nadie recibía en los antiguos tiempos el agua bautismal, sin haber sido antes plenamente instruido sobre los Misterios del Sexo. Es pues el Sacramento del Bautismo, un pacto de Magia Sexual.
Resulta extraordinario que al ingresar en cualquier Escuela de Misterios, lo primero que se recibía, es el Sacramento del Bautismo.
Es indispensable, es urgente, transmutar las "Aguas Puras de Vida" en el "Vino de Luz" del Alquimista. Sólo así es posible lograr la Auto-Realización Intima del Ser.
En el "Orco" de los clásicos, en el Limbo, encontramos a muchos hombres ilustrados que murieron sin haber recibido las "aguas del bautismo".
Equivocados sinceros, llenos de magníficas intenciones, pero equivocados; gentes que creyeron posible la Liberación sin necesidad de la Magia Sexual.
Samael Aun Weor. Libro: Si hay infierno, Si hay Diablo, Si hay Karma.
Respuesta en la Revista.
Mosaicos, telares, talladuras milenarias en piedra, templos, mausoleos, en culturas separadas en la distancia y por la noche de los siglos, asocian al pavo real con el bautismo, con la serpiente, con el regreso del hombre al Edén perdido a través del sabio uso de la energía sexual.
Es nuestra madre divina sobre la fuente de las aguas de la vida, quien devora a la serpiente tentadora, quien se posa en medio de jardín del Edén y del árbol de la vida. La mítica ave de colores inefables, que sobre sí carga al héroe de regreso al padre.
Es imperioso que encarnemos en nuestra vida cotidiana los misterios del fuego, los misterios del bautismo, con el auxilio de la madre divina.
El pavo real es el eterno femenino, posada sobre la fuente bautismal, la divina madre inmaculada que mora dentro de cada uno de nosotros, quien nos asiste en la batalla en contra de los agregados psicológicos indeseables que constituyen nuestro ego, pecados, tendencias, pasiones, egoísmos.
Revista la Sabiduría del Ser 95, capítulo: “El Pavo Real”.
Respuesta de Alumnos del ICQ Gnosis
Laura Patricia. | Ciudad de México. | El bautismo es una ceremonia que se practica en prácticamente todas las culturas del mundo, de una u otra forma. Se trata de aprender a transmutar las aguas puras de vida, que se encuentran dentro del mismo ser humano.
Octavio Cachay Chacón | Ciudad: Lima - Perú | Es necesario que encarnemos en nuestra vida cotidiana los misterios del fuego, los misterios del bautismo, con el auxilio de la madre divina. El pavo real, es nuestra madre divina, el eterno femenino que posa sobre la fuente de las aguas de la vida y que está dentro de cada uno de nosotros luchando contra los agregados psicológicos que constituyen el Ego (Yoes), permitiendo el despertar espiritual.
Rufino Santillán Vargas | Ciudad: México | Es el Pavo Real que, al cambiar su plumaje durante la Pascua, se le relaciona con la resurrección del Maestro Jesús y con la inmortalidad. Es así que debemos encarnar con los misterios del fuego, los misterios del bautismo y auxiliarnos con nuestra madre divina que mora en cada uno de nosotros, la cual nos asiste en el batallar en contra de los indeseables agregados psicológicos que constituyen los pecados, pasiones, egoísmos, etc. Las manifestaciones espirituales que adquirimos durante el bautismo, las vivimos durante nuestra vida cotidiana, en nuestras relaciones personales, sentimentales, de trabajo, etc., que, a los ojos impíos y materiales, tales misterios permanecen ocultos.
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