jueves, 17 de marzo de 2022
Libro: Los Misterios que Encierran los Sueños Capítulo 5. El Despertar de la Conciencia Durante el Sueño
Libro: Los Misterios que Encierran los Sueños
Capítulo 5. El Despertar de la Conciencia Durante el Sueño
Capítulo 5. El Despertar de la Conciencia Durante el Sueño
Los misterios que encierran los sueños son una fuente de sabiduría inagotable, si los aprendemos a interpretar sabiamente, sin embargo, hay todavía cosas muy interesantes que descubrir en ese fascinante mundo.
Nos referimos a que podemos actuar conscientemente y a voluntad en esa región astral, dirigirnos cada vez que queramos a un templo maya, al planeta Venus, revisar la historia de la Atlántida, ir a Egipto, volar por los aires del misterio y cientos de cosas más, no obstante, primero es indispensable despertar la conciencia dentro del sueño.
En el Evangelio Gnóstico de Tomás, el maestro Jesús nos entrega la clave para lograr este prodigio al decirnos: «Reconoce lo que tienes ante tu vista y se te manifestará lo que te está oculto, pues nada hay escondido que no llegue a ser manifiesto», en estas palabras nos da a entender que, al despertar conciencia en el mundo físico, lograremos el despertar de la conciencia en el mundo astral y realizar todas las maravillas que pueden lograrse en ese mundo paralelo.
“Si queremos llegar al despertar de la conciencia, a la autoconciencia, tenemos que trabajar con la conciencia aquí y ahora. Es precisamente aquí en este mundo físico donde debemos trabajar para despertar conciencia, quien despierta aquí despierta en todas partes, en todas las dimensiones del universo”. (Tratado Esotérico de Astrología Hermética. Samael Aun Weor).
Podemos concluir diciendo que el tiempo que logremos estar plenamente conscientes en nuestras actividades cotidianas, ese mismo tiempo será el que tengamos la posibilidad de estar conscientes en el mundo de los sueños, teniendo la plena certeza de que estamos soñando.
La Conciencia
Personaje con ricos atavíos símbolo de los valores de la conciencia que pueden alcanzarse. Museo de Antropología de Xalapa, México.
Personaje con ricos atavíos símbolo de los valores de la conciencia que pueden alcanzarse. Museo de Antropología de Xalapa, México.
La conciencia es la capacidad de aprensión que podríamos lograr del mundo interior, independiente de todo proceso mental. Es el conjunto de valores, poderes, dones y virtudes que el ser humano debería tener, pero que a través de las edades hemos perdido, siendo éstos encarceladas en los miles de defectos psicológicos que hemos creado.
En estos tiempos de crisis mundial de todos los valores morales, tan sólo nos queda un 3% de conciencia libre, el 97% restante está encerrado en los miles de defectos psicológicos. La humildad la encarcela el orgullo, la diligencia está oprimida por la pereza, el amor está prisionero del odio y así sucesivamente. Es tanta la maldad reinante en estos momentos que en algunos casos es probable que tengamos sólo el 2% y en ocasiones sólo el 1% de conciencia despierta.
En los textos bíblicos nos insisten en el despertar de la conciencia, sin embargo, como creemos que estamos despiertos, no tenemos el menor interés en trabajar por ello.
“Y esto, conociendo el tiempo, que es ya hora de levantarnos del sueño; porque ahora está más cerca de nosotros nuestra salvación que cuando creímos” (Romanos 13:11).
“Despierta, alma mía; despierta, salterio y arpa; Me levantaré de mañana”. (Salmos 57:8).
“Por lo cual dice: Despiértate, tú que duermes, y levántate de los muertos, y te alumbrará Cristo” (Efesios 5:14).
“He aquí, yo vengo como ladrón. Bienaventurado el que vela, y guarda sus ropas, para que no ande desnudo, y vean su vergüenza.” (Apocalipsis. 16:15).
Carita sonriente, alegoría de la alegría del alma, uno de los valores que hay que rescatar de entre las prisiones del Ego. Museo de Antropología de Xalapa, México.
Carita sonriente, alegoría de la alegría del alma, uno de los valores que hay que rescatar de entre las prisiones del Ego. Museo de Antropología de Xalapa, México.
Es muy importante el acrecentar la conciencia libre, ya que si tuviéramos tan sólo un 10% de conciencia emancipada podríamos recordar todas nuestras existencias anteriores; de tener como humanidad un 30% las guerras serían imposibles, ya que sólo a gente tan inconsciente como nosotros se nos ocurre tales barbaridades; si la humanidad lográramos un 50% se acabaría lo mío y lo tuyo y viviríamos en un estado de fraternidad verdadera; ahora imaginemos como sería el mundo si tuviéramos todos el 100% de egos eliminados.
Si despertáramos la conciencia nos podríamos convertir en ciudadanos conscientes de los mundos superiores, viviríamos en el mundo de los sueños con plena lucidez, teniendo la capacidad de realizar las investigaciones que queramos en esa dimensión-espacio de la eternidad.
Nuestra tarea debe enfocarse en descubrir nuestros defectos psicológicos, comprenderlos y eliminarlos; cada ego eliminado es un porcentaje de facultades que se liberan. Esto es muy semejante al cuento de las Mil y Una Noches, en aquella parte de la lámpara de Aladino; la lámpara es la cárcel del Ego donde se encuentra el genio de la conciencia encerrado; una vez libre puede hacer maravillas y prodigios.
Este es el tema central de todas las mitologías del mundo, entre los egipcios los defectos se personifican por los demonios rojos de Seth, la conciencia es Horus quien debe combatirlos para recuperar el trono de Osiris su padre (el espíritu o Ser) con ayuda de Isis (la Madre Divina de cada uno).
El Sueño de la Conciencia
Nuestra conciencia al estar atrapada en los miles de Egos que tenemos duerme profundamente tanto cuando nuestro cuerpo descansa, como cuando andamos en nuestras actividades cotidianas del hogar, estudio o trabajo. Para despertar conciencia, lo primero que necesitamos es darnos cuenta cabal que vivimos en un sinfín de sueños; no aceptar mecánicamente que tenemos la conciencia dormida porque así lo afirma la gnosis, sino descubrirlo directamente en nuestras actividades diarias.
“Ante todo es necesario (primero que todo), convencernos sinceramente de que estamos dormidos; cuando uno acepta que está dormido, es señal o síntoma de que quiere despertar. Esto es algo muy semejante al loco que está loco: Ningún loco acepta que está loco, todos los locos creen que están muy bien. Cuando un loco acepta que está loco, es señal inequívoca de que está mejorando.
Y pueden evidenciar ustedes esto en los manicomios: No hay loco que acepte que está loco.
Observen ustedes en los manicomios, que aquellos locos que ya están casi listos para salir del manicomio aceptan que lo están, comprenden que lo están, y esa es, precisamente, la señal inequívoca de que ya están mejorando notablemente...
Lo mismo sucede con las gentes que tienen la conciencia dormida: No aceptan que están dormidas; pero cuando ya lo aceptan, es una señal inequívoca de que quieren despertar, o que comienza a despertar.” (Técnicas para el Despertar de la Conciencia. Samael Aun Weor).
Cabe resaltar que una cosa es tener un 3% de conciencia despierta y otra cosa es usarlo, es como andar en la oscuridad de un bosque en luna nueva, con una lámpara en la mochila, pero no usarla, aunque pueda iluminar nuestro camino.
Guerrero Sacerdote estilizado, la lucha es en contra de sí mismos, de los egos que mantienen la conciencia aprisionada. Museo de zona arqueológica de Xochicalco, Morelos, México.
Guerrero Sacerdote estilizado, la lucha es en contra de sí mismos, de los egos que mantienen la conciencia aprisionada. Museo de zona arqueológica de Xochicalco, Morelos, México.
Es por ello por lo que vivimos en un estado de coma, como zombis vivientes, un tipo de máquina humana condenada a la pena de vivir. En un sueño de la conciencia profundo, pensando miles de cosas, imaginando un mundo ideal donde nosotros somos los personajes centrales, vamos manejando nuestros automóviles, caminamos por las calles, trabajamos, estudiamos, nos casamos, nos divorciamos, etc., sin estar conscientes de lo que hacemos.
Para el colmo de males, estamos usando la mayoría de las veces en forma equivocada los modernos medios de comunicación, su mal uso ha aumentado dramáticamente nuestro hipnotismo colectivo; en ocasiones ya ni siquiera se puede tener una reunión familiar, como antaño, sin que gran parte de los convidados estemos inmersos en el ciber espacio en un sueño profundo de la conciencia, sin percibir realmente a nuestros seres queridos.
De esta manera nuestra conciencia funciona en virtud del condicionamiento que le imponemos por la actividad de nuestros defectos psicológicos. El ego de la lujuria llevará nuestra conciencia a los burdeles y entonces estará condicionada por las actividades pasionales, malgastando los valores anímicos miserablemente.
Si bien el alcohol y las drogas son un factor determinante en los accidentes vehiculares, no menos es dañino el estado tan hipnotizado en que vamos, ya sea si manejamos o caminamos con la conciencia completamente dormida, el resultado son tantos accidentes y muertes.
Si somos estudiantes, vamos a los bancos de escuela y el profesor se queda hablando, mientras nosotros vagamos en nuestro espacio psicológico, soñando a lo lindo, con los ojos abiertos, pensando en el mañana que seremos ricos y poderosos o recordando el ayer cuando nos ofendieron, cuando no pudimos hacer lo que queríamos, etc.
Entramos a esos estados de sueño de la conciencia a través de tres etapas:
1. Identificación.
Es cuando ponemos atención no consciente a una cosa, pensamiento, sentimiento o persona, en tal forma que nos olvidamos de sí mismos. Entramos a este estado cuando nos entusiasmamos con una ropa en el aparador de una tienda; cuando nos afecta una palabra bonita o fea que nos han dicho; cuando una imagen que vemos en un anuncio en la calle nos da curiosidad, etc.
Perdemos entonces la noción de que vamos caminando o manejando un automóvil, que estamos comiendo, que estamos trabajando, etc. La conciencia se separa de la actividad que realizamos y entonces nos identificamos con elementos externos o internos.
2. Fascinación.
Entran entonces en acción las diferentes funciones de la mente controlada por los miles de Yoes, procesando toda la información recibida, quedamos enganchados a la escena de tal forma que ya no tomamos consciencia del medio ambiente, ni del tiempo, ni el espacio.
Nos perdemos entonces totalmente en el objeto de nuestra identificación y nos fascinamos completamente. Entonces nuestros pensamientos y sentimientos quedan enfrascados y condicionados. Solemos decir cosas como: “Que bonito carro, en cuanto pueda me compraré uno”.
3. Sueño de la conciencia.
El sueño de la conciencia trae tristeza y dolor para el alma, como lo observamos en esta figura, la mano en el corazón nos señala que hay que poner todo el empeño en despertar y que el camino es algo interior. Museo de Zona Arqueológica de Xochicalco, Morelos, México.
El sueño de la conciencia trae tristeza y dolor para el alma, como lo observamos en esta figura, la mano en el corazón nos señala que hay que poner todo el empeño en despertar y que el camino es algo interior. Museo de Zona Arqueológica de Xochicalco, Morelos, México.
Como consecuencia fatal de estos procesos inconscientes entramos al sueño de la conciencia; si somos madres y tenemos hijos pequeños, vivimos constantemente imaginando que un día serán grandes personajes admirados y llenos de éxitos; si somos unos humildes soldados, fantaseamos que somos generales y que todo el mundo obedece nuestras órdenes; si somos estudiantes soñamos, con los ojos abiertos, que seremos unos profesionistas y tendremos dinero por montones.
Lamentablemente este estado hipnótico al que entramos nos impide disfrutar de la vida, nos hace tomar decisiones erróneas, nos convierte en víctimas de nuestros propios defectos psicológicos.
Veamos un ejemplo con estas tres etapas: Vamos por la calle caminando tranquilamente, accidentalmente alguien se tropieza con nosotros y nos insulta, nos molestan mucho las palabras que nos dice y nos enojamos (identificación); se manifiesta en gran medida nuestra ira, le gritamos, le contestamos, le insultamos (fascinación); seguimos nuestro camino y en nuestra mente vamos dialogando completamente absortos, imaginando que lo golpeamos, que, si le hubiéramos dicho esto o lo otro, (sueño).
Otro ejemplo: Vemos un moderno aparato electrónico en un aparador, es algo que quizás necesitamos o que nos gusta, por lo que nos llama mucho la atención y decimos: “¡Qué bonito! Es justo lo que necesito” (identificación); uno lo quiere poseer, pero a lo mejor no tenemos dinero en ese momento y decimos: “Cuando me paguen mi salario, me lo voy a comprar”, nos interesamos porque tiene tales funciones muy avanzadas (fascinación); nos vamos de aquella tienda, caminando por la calle, con ojos de sonámbulo, sonriéndonos solos quizás, imaginando que ya lo tenemos, que les presumimos a nuestros amigos, que hacemos tal o cual cosa con ese aparato electrónico (sueño).
“La identificación y la fascinación conducen al sueño de la conciencia. Ejemplo: Vais muy tranquilos por la calle; os encontráis de pronto con una manifestación pública; vociferan las multitudes, hablan los líderes del pueblo, ondean al aire las banderas, las gentes parecen como locas, todos hablan, todos gritan.
Aquella manifestación pública está muy interesante; ya vosotros os olvidasteis de todo lo que teníais que hacer, os identificáis con las multitudes, las palabras de los oradores os convencen.
Tan interesante está la manifestación pública habéis olvidado de sí mismos, os habéis identificado tanto con aquella manifestación callejera, que ya no pensáis en otra cosa, estáis fascinados, ahora caéis en el sueño de la conciencia; mezclados con las multitudes que gritan, vosotros también gritáis y hasta lanzáis piedras e insultos; estáis soñando a lo lindo, ya ni sabéis quien sois, se os ha olvidado todo.
Vamos ahora a ponernos otro ejemplo más sencillo: Estáis en la sala de tu casa sentados ante la pantalla de televisión, aparecen escenas de vaqueros, hay balaceras, dramas de enamorados, etc., etc.
La película resulta muy interesante, ha llamado totalmente vuestra atención, ya os habéis olvidado tanto de sí mismos, que hasta gritáis entusiasmados, estáis identificados con los vaqueros, con los balazos, con la pareja de enamorados.
La fascinación es ahora terrible, ya ni remotamente os acordáis de sí mismos, habéis entrado en un sueño muy profundo, en esos momentos sólo queréis ver el triunfo del héroe de la película, en esos momentos sólo queréis la suerte que él pueda correr.
Son millares y millones las circunstancias que producen identificación, fascinación, sueño.
Las gentes se identifican con las personas, las ideas y a todo género de identificación le sigue la fascinación y el sueño.
Las gentes viven con la conciencia dormida, trabajan soñando, manejan carros soñando y también matan a los peatones que van soñando por las calles, absortos en sus propios pensamientos”.
(Tratado Esotérico de Astrología Hermética. Samael Aun Weor).
Campo de la bola religiosa de Xochicalco Morelos, símbolo de la lucha entre las tinieblas (el ego) y la luz (la conciencia).
Campo de la bola religiosa de Xochicalco Morelos, símbolo de la lucha entre las tinieblas (el ego) y la luz (la conciencia).
Así vamos deambulando de sueño en sueño durante todo lo que hacemos en el día, en cada actividad que tenemos y desgraciadamente también a las horas en que nuestro cuerpo descansa. Desde niños vamos de un sueño de la conciencia a otro, nos casamos soñando, trabajamos soñando, envejecemos soñando y morimos sin haber despertado conciencia jamás.
Soñar que tenemos la Conciencia Despierta
El despertar de la conciencia no es cosa fácil, se requiere de tener rasgos felinos como este personaje de la cultura olmeca, es decir, fiereza para reconocer nuestros errores. Museo de Antropología de Xalapa, México.
El despertar de la conciencia no es cosa fácil, se requiere de tener rasgos felinos como este personaje de la cultura olmeca, es decir, fiereza para reconocer nuestros errores. Museo de Antropología de Xalapa, México.
El colmo es cuando estamos convencidos que tenemos la conciencia despierta, esto es muy común en las escuelas o filosofías que se relacionan con la espiritualidad, incluyendo estudiantes gnósticos cuando no estamos maduros. Suponemos que ya nacimos con dones, facultades y grados esotéricos.
En nuestra fantasía nos creemos entonces mensajeros de los dioses, suponemos que somos alguien elegido por la divinidad, que tenemos una gran misión en el mundo, etc. El problema es que cuando actuamos de esta forma solemos sembrar discordia en los hogares, dictamos falsos oráculos y calificamos de magos negros a todo el que nos caiga mal.
Suponemos que eso de despertar conciencia es de un día a otro, que con unos meses de trabajo sobre si mismos ya está listo. No entendemos que es un trabajo que dura toda la vida y que no se opera mecánicamente, se requieren de realizar muchos super esfuerzos conscientes para lograr siquiera un pequeño avance.
El despertar conciencia es algo que va dándose como el fruto de un árbol, primero hay que preparar el terreno, sembrar la semilla, regar la plantita, esperar a que crezca, que madure y por último dará entonces frutos. No tiene nada de cosas espectaculares, es el resultado de un trabajo largo, paciente y tenaz.
Vale la pena destacar, que ninguna droga sintética o natural, produce el despertar de la conciencia. Está de moda el creer que se pueden generar estados de conciencia alterados positivamente con plantas alucinógenas, el sentido común nos dice que realmente no puede ser un factor externo lo que nos produzca un verdadero despertar espiritual.
Los Cuatro Estados de Conciencia
Existen cuatro niveles en los que puede estar nuestra conciencia; podemos imaginarnos una casa de cuatro pisos, en donde sólo hemos vivido en los primeros dos pisos, jamás se la ha ocurrido visitar los pisos de arriba, aún cuando hay maravillas en ellos insospechadas.
1. Sueño fisiológico:
Este es el primer piso, denominado por Platón como Eikasia, es el sueño común y corriente, cuando el cuerpo físico descansa y andamos proyectando nuestros deseos en el mundo de los sueños o astral. Cada vez que vamos a la cama a dormir entramos en esa fase. En este estado de sueño de la conciencia, no hay ningún peligro para el cuerpo físico, si uno se lanza a un abismo, no nos lastimamos en lo absoluto.
Nuestros miles de agregados psicológicos deambulan entonces en la quinta dimensión, se atraen y repelen de acuerdo con la afinidad psicológica, llevan a nuestra conciencia donde quieren para alimentarse a sus anchas.
2. Vigilia:
Mal llamado así, porque de vigilancia no tiene nada. En griego se le llama: Pistis. Es otra forma de sueño, porque seguimos proyectando nuestros deseos, con el cuerpo físico ahora activo. Aquí si es peligroso andar dormido de la conciencia, si vamos metidos en nuestros sueños nos puede atropellar un automóvil y morir.
Así como cuando amanece las estrellas ya no se ven, así mismo cuando entramos en este segundo estado de conciencia, los sueños ya no se ven, pero continúan existiendo. En estos dos niveles de conciencia nos encontramos la humanidad actual.
3. Recuerdo de Si:
Guerrero águila del Museo de Antropología de Xalapa, indicando el estado de alerta en que debemos estar siempre.
Guerrero águila del Museo de Antropología de Xalapa, indicando el estado de alerta en que debemos estar siempre.
Este estado es nuestro objetivo para alcanzar, se trata de activar nuestra conciencia, utilizar ese 3% libre que tenemos. Para lograrlo necesitamos unir nuestra conciencia a las actividades que realizamos, sentir que caminamos, que comemos, que trabajamos. Situarnos en el lugar y en el momento. En un estado de pasividad mental y emocional. Se le llama Dianoia en griego.
“Es claro que el estado pasivo de la mente, del sentimiento y de la personalidad, exige una tremenda actividad de la conciencia. Esto nos indica que cuanto más activa permanezca la conciencia, mucho mejor para lograr el despertar de la misma, porque así la conciencia tendrá que despertar inevitablemente estando en permanente actividad.” (La Ciencia de la Meditación. Samael Aun Weor).
Entre más estemos en este estado de conciencia, menos errores cometeremos, más energía ahorraremos, mejor salud alcanzaremos y tendremos la probabilidad de despertar la conciencia en el mundo de los sueños.
Con el fin de saber si avanzamos en este punto o no, se sugiere que, al terminar el día, anotemos en un cuaderno, estos tres aspectos: Primero: Tiempo. ¿Cuánto tiempo permanecimos conscientes? Segundo: Frecuencia. ¿Cuántas veces hemos despertado conciencia? Tercero: Amplitud y penetración. ¿De qué se era consciente?
Es muy importante ir tomando nota de estos puntos, ya que no es lo mismo tratar de estar en Recuerdo de Si, cuando caminamos a la orilla de una playa en un amanecer a cuando estamos a las doce del día en medio del tráfico, con una temperatura de 40 grados, sin haber comido y con un ruido estruendoso.
“La escuela la tenemos en todas partes, solamente tenemos que saberla aprovechar, saber entrenarnos, dándole mayores y mejores oportunidades a la conciencia para que trabaje en forma continua, de instante en instante hasta despertar totalmente. La escuela la tenemos en todas partes, solamente tenemos que saberla aprovechar debidamente, sabiamente; la tenemos en nuestra casa, en la oficina, en el taller, en la fábrica, en la empresa, en la calle y en todas partes; hasta en el templo, con los compañeros de estudio, con los hijos, con los padres, con la esposa, sobrinos, nietos, primos, parientes, amigos, etc., etc.
Todo gimnasio psicológico, por duro que sea, por difícil que nos parezca, es indispensable para nosotros. Todo el secreto está en no permitir ni a los sentimientos ni a la mente, intervenir en nuestros asuntos prácticos de nuestra vida.
Debemos siempre permitirle a la conciencia que sea ella la que actúe, la que mande, la que trabaje, la que hable y haga y ejecute todas nuestras actividades diarias.” (La Ciencia de la Meditación. Samael Aun Weor).
4. Conciencia Objetiva:
El treceavo señor del tiempo, símbolo de alguien con la conciencia despierta. Su traje de jaguar es símbolo de la sabiduría, las joyas son las virtudes del alma. Museo de Zona Arqueológica de Toniná Ocosingo, Chiapas, México.
El treceavo señor del tiempo, símbolo de alguien con la conciencia despierta. Su traje de jaguar es símbolo de la sabiduría, las joyas son las virtudes del alma. Museo de Zona Arqueológica de Toniná Ocosingo, Chiapas, México.
Quienes logren la eliminación total del 100% de agregados psicológicos, podrán ingresar al cuarto estado de conciencia, llamado en griego: Nous. Tal estado es el de un Jesús, Buda, Quetzalcóatl, Krishna, etc. Viven conscientes a cada segundo de su vida, tanto en el mundo físico, como en el mundo de los sueños.
Se le llama a este estado también: Conciencia Continua, ya que en ningún momento proyectan sueños, han eliminado de su naturaleza toda posibilidad de que su conciencia se duerma. Cuando el cuerpo físico de estos maestros descansa en la cama, siguen viviendo conscientemente en los mundos superiores en su cuerpo astral, hablando en lenguaje budista son unos iluminados.
Asociaciones Psicológicas
Generalmente nuestra equivocada forma de vivir permite crear asociaciones psicológicas, que se proyectan en nuestros sueños; desafortunadamente las que formamos en estos momentos son perjudiciales en todo sentido.
Si en el mundo físico nos reunimos para criticar a los demás, para juzgarlos, levantarles falsos o propagar chismes, en el mundo astral plasmamos todos esos elementos perjudiciales y nuestra conciencia estará enfrascada en sueños relacionados con todo ello.
Qué podríamos decir de lo que proyectamos en el sueño, si en el mundo físico andamos en las cantinas, prostíbulos, centros nocturnos, etc. indudablemente será catastrófico, estaremos en un estado de hipnotismo total, vagando como sombras fantasmales por la parte astral de esos lugares.
Si reflexionamos seriamente en lo que vemos y escuchamos en los medios de comunicación: cine, televisión, novelas, series, películas, redes sociales, etc. Nos daremos cuenta de que rara vez nos ponemos un filtro y permitimos toda clase de impresiones morbosas, violentas y eróticas sean parte de nuestro alimento mental y emocional diario; Indudablemente eso mismo forjaremos en el sueño.
Por el contrario, si nos proponemos crear asociaciones psicológicas conscientes favorables para el despertar de la conciencia, nos beneficiaría en gran medida.
Como, por ejemplo: reunirnos a estudiar gnosis, practicar en grupo la meditación en las salas para este fin creadas, ya sean físicas o virtuales que tiene el Instituto Cultural Quetzalcóatl.
En lugar de reunirnos a comentar las noticias violentas del día, de la vida superficial de los artistas de moda, de los partidos del deporte en televisión, etc., mejor sería hablar de los libros sagrados del mundo, admirar el arte regio pintado por individuos como Leonardo Da Vinci, las esculturas de Miguel Ángel, las estelas mayas, los templos egipcios, escuchar con devoción las piezas de música inefables como las de Mozart, Wagner o Beethoven, eso provocaría asociaciones psicológicas que formaría un medio ambiente favorable en el mundo de los sueños para despertar conciencia.
Discernimiento
Por su ágil vuelo y su resplandeciente plumaje fue asociado con la luz, el sol y el fuego, símbolo de la conciencia despierta. Museo de Zona Arqueológica de Xochicalco, Morelos, México.
Por su ágil vuelo y su resplandeciente plumaje fue asociado con la luz, el sol y el fuego, símbolo de la conciencia despierta. Museo de Zona Arqueológica de Xochicalco, Morelos, México.
Incesantemente repetimos en el mundo de los sueños todo lo que hacemos en el físico, si somos carpinteros, en el mundo astral también nos ponemos a fabricar mesas, si somos agricultores, en los sueños terminamos también sembrando, etc.; esta característica la podemos usar para despertar conciencia en el mundo astral a través de la clave llamada: discernimiento.
Lo primero que debemos hacer es colocarnos en el tercer estado de conciencia: El Recuerdo de Sí, esto es imprescindible y a partir de ahí, hay que acostumbranos a preguntarnos ante cada situación fuera de lo común: ¿Estoy en el físico o en el astral? Pero, no hay que contestarnos ya que, si lo hacemos, también lo haremos en el sueño.
Aquí debe entrar el discernimiento, establecer un juicio para comprobarlo, podemos dar un salto con la intención de flotar o podemos jalarnos un dedo de la mano con la intensión de que se estire.
Debemos realizar este ejercicio muchísimas veces, de tal forma que terminemos haciéndolo en el mundo de los sueños, la diferencia es que, si lo hacemos correctamente en el mundo físico, cuando estemos en el sueño quedaremos flotando o si se estira el dedo más allá de lo normal, entonces sabremos que hemos dejado el cuerpo físico en la cama y al tomar conciencia del sueño, podremos realizar cualquier investigación esotérica.
A la Conciencia
Conciencia que duermes...
Qué distinta serías si despertaras...
Conocerías las Siete Sendas de la Felicidad,
brillaría por todas partes la luz de tu amor,
se regocijarían las aves entre el misterio de tus bosques,
resplandecería la luz del espíritu y alegres,
los elementales, cantarían para ti versos en coro.
(La Revolución de la Dialéctica. Samael Aun Weor).
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